Desde que Eastman inventara la primera Kodak y el rollo de película allá por el 1888, las fotografías vernáculas revolucionaron nuestra forma de relacionarnos con el recuerdo, es decir, con la raíz de nuestra historia. Las imágenes poblaron nuestra existencia, fijando al papel y al tiempo lo vivido. Y es que, en un puñado de imágenes, fragmentos y pequeños objetos reside nuestra huella, como una crónica de lo que somos.

 

Desde la raíz. Esencia y memoria, pretende ser ese espacio sui generis en el que el recuerdo y los objetos que lo encarnan dialogan con la naturaleza, la cultura y la historia, un lugar en el que sentarnos juntas/os a mirar nuestro álbum familiar, el de un territorio, el de muchas generaciones.

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Con esta exposición interpretamos la memoria de Fraga y profundizamos en el legado colectivo de nuestro pueblo, explorando en los archivos públicos y privados y en las colecciones de todas y cada una de las personas que se han prestado a exponer sus recuerdos.

 

Todo ello gracias al trabajo y la obra de la artista Lorena Cosba. Esta fotógrafa, también conocida como Lorena Capdebila, muestra a través de su cristalina mirada, una Fraga cuyos recuerdos laten a un ritmo lento, tan lento como el de la naturaleza.

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La verdadera pasión de esta fotógrafa aragonesa son los procesos fotográficos antiguos, la fotografía experimental y los objetos encontrados, consiguiendo, a través de la unión de todos ellos, sacar a la fotografía de su formato bidimensional.

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A través de sus manos, Fraga toma forma de hoja, de rama, de raíz... una raíz que ahonda en la identidad colectiva de este territorio, en sus recuerdos, en su cultura, en sus emociones...

 

Con ella los objetos cobran vida y lo cotidiano se torna eterno. Su personal forma  de  trabajo cuida cada fotografía y encapsula su historia, haciendo de aquello que se encuentra, un auténtico tesoro.

 

Desde la raíz. Esencia y memoria es el resultado de un trabajo de investigación en el que la artista ha buceado en la memoria de las fragatinas/os que han querido compartir sus álbumes, sus tesoros familiares, y que le han permitido generar nuevos recuerdos a partir de otros anteriores, componiendo piezas inéditas llenas de la sensibilidad y la sutileza que caracteriza su obra.

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Isabel Ortín y Miriam Vera

Serendipia Gestión Cultural