Pero, en esta ocasión vamos a hacer especial hincapié en el último espacio musealizado, el destinado a los habitantes de la casa. Desgraciadamente, no se ha podido dar con quienes habitaron el edificio en origen, pero sí se han unir muchas de las piezas en torno a quienes fueron sus habitantes más significativos: los Bosque.

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Tratar de recomponer, como si de un puzzle se tratara, la vida de personajes tan interesantes para la historia de Caspe e incluso de Aragón, como es el caso de Rafael Bosque fue todo un reto. Él es el personaje más interesante de la historia de esta casa, pero no es el único. Nos quisimos remontar varias generaciones atrás, para conocer de dónde venían, cómo y cuándo llegaron a Caspe y, sobre todo, quién compró la casa, una tarea que nos deja una espinita clavada.

La metodología fue explorar diversos archivos históricos, como el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, la Biblioteca Virtual de Prensa Histórico o la Biblioteca Virtual del Principado de Asturias. No obstante, este proyecto se ha nutrido en su mayor parte de las conversaciones mantenidas con los miembros de la Asociación Casa Bosque, que ya contaban con testimonios de vecinos,  pero también con historiadores de la zona, destacándose a Lola Bielsa, cuyo trabajo previo entorno a los municipios de Fabara y Nonaspe ha sido de gran ayuda; y, sobre todo, a Jesús Cirac, quien con anterioridad trabajó en profundidad la vida de Rafael Bosque y cuyas publicaciones han sido la base de esta zona musealizada.

Es por ello que desde aquí queremos agradecer a todas y todos aquellos que habéis formado parte de este proyecto, pero, sobre todo, a la Casa Bosque por confiar en nuestra labor y hacer que todo el proyecto haya sido un gran viaje al corazón de esta casa.